Bien aquí estamos divisando las profundidades, allá abajo sabemos que encontraremos vestigios prehistóricos, de acuerdo a las indicaciones que nos hacen los guías que contratamos para tal efecto...
Grupo de amigos, que saldremos hoy en busca de la aventura, y caminata entre aquellas quebradas del terreno, muy profundas,,pero nuestro deseo de encontrar vestigios de las culturas ancestrales que habitaron esto lugares, nos impulsa a seguir,,,
Antes de emprender el descenso, tomamos un refrigerio, y nos preparamos; primero bajaremos en rappel, luego iniciaremos una caminata de varias horas como tenemos costumbre de hacerlo, al mismo tiempo iremos viendo posibilidades en las escarpadas laderas, sobre tal vez cuevas o repechos.
A medida que bajamos el panorama va cambiando, los árboles ya se distinguen mejor, no como al principio, solo eran una mancha verde, ahora se ven las copas de los pinos., aun nos falta un buen tiempo para acabar de bajar y llegar al río que serpentea en el fondo,,,
El cielo empieza a cargarse de nubes, tenemos posibilidad de que nos agarre una lluvia que en ocasiones se vuelve tormenta peligroso por los rayos, que generan, esperemos nos de tiempo de llegar a nuestro destino y si es posible regresar antes de mojarnos..
Encontramos la primer covacha ( cueva pequeña ), descansamos brevemente y aprovechamos para dar una pequeña escarbada en el piso a la entrada y al derredor, encontramos material usado por los habitantes prehistóricos en la elaboración de sus artefactos líticos,,Obsidiana, Sílex, Calcedonia, etc..
Seguimos nuestro camino por el bosque, saben?, vale la pena el esfuerzo, aquí se respira aire puro y los sonidos del bosque se armonizan con nuestro entusiasmo,,vale la pena vivir dentro de la naturaleza..
Ahora una pequeña casa hecha de piedras sobre-puestas una encima de otra, dandole la forma de un iglú, con una pequeña puerta, todo dentro de un repecho,,y la foto del recuerdo,,aquí encontramos varias piezas de cerámica, (ollas, platos, cuerdas, etc); todo hecho en forma rudimentaria..
El grupo de amigos,,también encontramos un pequeño jarro, boca abajo, al levantarlo nos dimos cuenta que contenía varias puntas de flecha, de obsidiana, la mayoría se había vaciado, emprendimos una búsqueda de las mismas escarvando donde creímos pudieran haber quedado, y efectivamente encontramos varias, de una forma muy estilizada,,muy parecidas a otras encontradas a varios cientos de kilometros de ahí.
Despues de descansar un poco, emprendimos nuestro viaje de nuevo, armados con varas de bambú, nosotros los mas grandes, los jovenes no necesitaban apoyo extra,,,en una entrega posterior, continuaré con éste relato,,,
